Por huir de una mujer, terminó amando a otra.
Vecina excéntrica, amiga leal y provocadora totalmente inocente, la pÃcara Elissa Dean era justo lo que Kingston Roper necesitaba para salir de un lÃo de faldas. Las intenciones de su cuñada no eran nada fraternales, y King tuvo que preparar una farsa para desanimarla. La dulce Elissa serÃa la ideal para sacarle del lÃo.
Todo fue bien hasta que vio a Elissa en su cama. Entonces sintió que la sangre le hervÃa y que el deseo se apoderaba de él. Pero eso le planteaba una serie de interrogantes: ¿Deseaba a una mujer a la que no podÃa tocar? ¿Iba a tocar a una mujer a la que no se atrevÃa a amar?
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