El pequeño Van Eysink era un caso muy especial para Hannah Lang y, además, se habÃa encariñado con los padres del niño, Corinna y Paul. Cuando éstos la invitaron a regresar con ellos a Holanda hasta que el niño estuviera completamente restablecido, ella accedió gustosa.
Lo único que molestaba a Hannah era el arrogante tÃo de Corinna, el doctor ValentÃn Van Bertes, que no criticaba su habilidad como enfermera, pero tampoco la tenÃa en cuenta como persona. Además, ¿cómo podrÃa ella compararse con la bella Nerissa, la prometida del médico?
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