Matilda tenía todas las cualidades que hacen que un hombre vuelva la cabeza: belleza, encanto, inteligencia y una naturaleza amable y generosa… Pero había permanecido soltera a pesar de un buen número de proposiciones matrimoniales.
Cuando conoció al eminente cirujano James Scott-Thurlow, fue amor a primera vista para Matilda. ¡Era el único hombre con quien deseaba casarse! Pero era evidente que James no sentía lo mismo por ella. ¿Cómo podía hacerlo, si estaba ya comprometido con la mundana Rhoda?
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